De interés

24 junio 2016

Reverberaciones impresas de síndromes en relato corto



Reverberaciones impresas de síndromes en relato corto - Ángeles Jurado // CanariasCreativa.com

 

Ángeles Jurado emana empatía; es de esos seres que iluminan con su mirada y sonrisa allá donde la encuentres. Pero, además de su innegable magnetismo vital, su capacidad narrativa para embeber al lector en su obra es punto y aparte.


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Buenas tardes Angie, y gracias por apuntarte a este atraco a tipografía armada. Para quienes no te conozcan, cuéntanos tu biografía en un microrelato :D

 

Gracias a ti por la elección y por la paciencia :)

 

Nací en una ciudad con mar y entré en el periodismo más por amor a la literatura y los viajes y por curiosidad hacia otras personas que por vocación real. Me encontré con África por el camino y allí me quedé varada. Me dio un hijo. Y más ganas de leer, escribir, viajar, conocer gente. Eso te mantiene joven, con los ojos niños. A veces pienso en cambiar de continente y en dedicarme a otras cosas.

 

Hacer pan artesano, diseñar bikinis para tallas grandes, ejercer de dependienta en una librería. O dedicarme a la jardinería. Parece una vida simple, al sol, sin ruido. 

 

Sobre tus hombros descansa gran cantidad de trabajo editorial y narrativo. A ver cómo empezamos el periplo… Tus estudios de periodismo los realizas en la Complutense en Madrid, cursas periodismo online en la Universidad de Estocolmo, y un máster en ayuda humanitaria en University College Dublin. ¿Chica inquieta? ¿Qué te lleva a estudiar periodismo? ¿Desde cuándo te llamaban las letras para vivir con ellas?

 

Me gusta aprender :) Estudié periodismo porque no se me ocurría otra cosa. No podía pensar en otra carrera en la que estuvieras en contacto con gente, viajaras y sobre todo, trabajaras con las palabras. Las letras me llamaban desde chica. En el colegio descubrí los libros. En casa tenía uno de Julio Verne y otro de Robert L. Stevenson. El capitán de 15 años y La isla del tesoro. Las letras me hacían viajar y descubrir nuevos mundos. Los libros eran como billetes que me teletransportaban a otras épocas, otras vidas. Quería siempre quedarme allí. 

 

Mucha de esa experiencia vital en Estocolmo, aparecieron en forma de columnas en el La otra mirada de la desaparecida cabecera La Tribuna de Canarias. Y años más tarde se publicaron, recopiladas, bajo el nombre Síndromes de Estocolmo. Sin ánimo de pedirte un spoiler, ¿qué nos podemos esperar en dicha publicación?

 

Las experiencias de una chica que llega a estudiar a Estocolmo, harta de la vida sin estaciones y el aplatanamiento subtropical, y que desea sentir la nieve y vivir otras vidas. 

 

Sus encuentros con suecos. Sus debacles amorosas. Su magua por Las Canteras y Tejeda. Su frustración ante los malentendidos culturales. Su pasión por los dulces suecos y el cielo veraniego sobre Estocolmo. Su personal síndrome de ídem. 

 

Ya en las islas, trabajas para diversos medios informativos y otras empresas. En tu época en Canarias7, repites andadura editorial en Salvapantallas en la que recopilabas columnas periodísticas de dicho medio. Entras a trabajar en Casa África, en su equipo de comunicación, y ahora mismo lo compaginas escribiendo sobre temas africanos en el blog África no es un país y el portal especializado Planeta Futuro. ¿De dónde sacas tiempo para tu familia y tu misma?

 

No lo sé. Como diría una querida excompañera de redacción en Canarias 7, vivo en un grito. Tengo una tendencia suicida a decir que sí a todos los proyectos que me presentan. Si no me los encuentro, los invento. Me da la impresión siempre de que hago mil cosas y todas mal, mientras pienso en las siguientes mil cosas que destrozar si me dejan. 

 

Una de tus facetas que me gustaría aflorar es la de bloguera de la denominada Gofiosfera. Porque has mantenido diversos blogs: Cartas a Sinaja (en Canarias7), y Sinaja tiene quien le escriba. Primero, y como dirían tus blogs: ¿Por qué me has abandonado?

 

Ays. Porque trabajar para mantener una familia y criar a esa familia hacen que la inspiración acabe entre las sábanas, conmigo, a las 10 de la noche. No me dan los días para tantas cosas. La sensación de culpabilidad es tremenda. Y no tengo huecos de silencio y tiempo para ir digiriendo experiencias y estímulos y transformarlo todo en un texto propio con sentido. Siempre hay un niño tirándome de la manga. O una fecha límite para escribir algo urgente.  

 

Cada una de sus entradas era una rebelde llamada literaria en relato corto. ¡¡La de carcajadas que habré soltado con ellas!! ¿Qué opinas del renacer del fenómeno bloguero? ¿Para cuándo un blog de moda made in Sinaja? XD

 

:D Moda, no, gracias. No hay peor tortura para mí que intentar describir un escote. Quizás el tono de un traje, si se sale de la escala de los colores primarios. Soy nula con esas cosas. Prefiero escribir sobre temas que, más o menos, comprendo y que, sin duda, quiero ;) 

 

Volvamos a lo editorial. Cambio de rumbo y otras historias pigmeas y Breviario de lametones, mordiscos y besos podríamos decir que completan tu, hasta ahora, periplo editorial en solitario. Empecemos por Cambio de… obra en la que se entrelazan microrrelatos en los que el ser humano es protagonista con sus antagonismo y anhelos. ¿Qué puede encontrar el lector en dicha sucesión de microhistorias?

 

Que, a veces, estoy muy orgullosa cuando leo algunas. Otras veces no, pero es algo que creo que compartimos muchos de los que nos dedicamos a esto de juntar letras. Eres tu peor crítico y un perfeccionista sin solución, que no dejaría de toquetear y retoquetear sus textos hasta la muerte. 

 

Me parece que algunos de los micros de este libro son evocadores. Otros, tiernos. Algunos, muy siniestros. Carmen Delia Aranda me descubrió la vena negra, algo que creo que subyace en muchas de mis historias y que debe ser parte de mi manera de ver el mundo. Intento jugar también con la ironía y un sentido del humor que, a veces, temo que entiendo yo sola.

 

En Breviario de… encontramos microhistorias en las que el desenfreno, la soledad y los desencuentros marcan sus destinos. ¿Qué hay de su autora en cada uno de esos relatos?

 

Algunos son autobiográficos. Otros, prestados de otras biografías. En general, escribo sobre cosas que me pasan, que otros me cuentan, que leo y que me interesan, que capturan mi atención. A veces, un simple recorte de periódico. Prefiero no hablar de lo que es autobiográfico y lo que no. Eso me costó ya algún disgusto con mi madre. 

 

Desde el punto de vista humano. ¿Qué se siente cuando una editorial decide, podríamos añadir un “por fin”, apostar por tu obra para que sea publicada?

 

Me alegra que me hagas esa pregunta. La verdad es que me parece que los escritores tenemos el ego frágil. O yo nací con ese defecto. Los premios, las publicaciones y los comentarios de algunas personas ayudan a que el ego se te reponga un poco de su habitual anemia. 

 

En el caso de las publicaciones, sobre todo, si tienen reseñas (positivas) y si la editorial hace una apuesta seria por lo que escribes y tiene confianza en ti, te promociona, no te esconde o publica para meter tus libros en una caja y justificar una subvención. Eso anima a seguir escribiendo, emociona. 

 

¿Y los premios? Porque has recibido varios de ellos en certámenes nacionales… ¿Son un empujón a seguir con el tesón de la escritura? 

 

Sí, aunque a veces te preguntes qué bebieron durante las deliberaciones para darte un premio precisamente a ti. Pero sí, animan a seguir trabajando, le inflan a una la moral y las ganas. 

 

En tu caso, tu nombre firma mucho contenido en obras editoriales de formato coral. ¿El lector es más proclive hoy en día al consumo de historias cortas?

 

No conozco las estadísticas. Creo que la novela sigue siendo la gran vencedora en todas las encuestas. Sin embargo, me parece que el cuento y las historias cortas están ganando prestigio, quitándose el sambenito de obra menor. Antes parecía que, si no firmabas una novela, no podías considerarte escritor. Sin embargo, hay autores que hacen todo el camino en el micro o la poesía o el teatro y que son valorados como maestros de lo suyo y como escritores. 

 

A mí me gustan los micros y los relatos cortos. Quizás sea cosa de la edad y una cierta amnesia, una incapacidad de concentrarme mucho rato sobre algo. Ya no leo mazacotes de 700 páginas ni so pena de conciertos de Justin Bieber. 

 

¿Por qué tu arraigo con el microrrelato? ¿Te sientes más cómoda en este formato?

 

Sí. No es fácil. Es duro y muy preciso. Exige lograr una impresión muy específica en una medida muy determinada también. Pero me encanta leerlo y me encanta perpetrarlo. Crear una estructura, podarla, cambiar palabras de sitio, darle vueltas para producir un efecto, volver loca, seguir modificándolo, querer quemar el ordenador. 

 

Hablemos de la narrativa y literatura canaria. ¿Cómo definirías el momento actual? ¿Se puede vivir de la creación literaria?

 

Empezando por el final, no. Que yo sepa, a menos que te apellides Vargas Llosa. Estoy un poco desconectada de la narrativa canaria actual. Si me sacas de África, estoy desconectada de lo que pasa en el mundo. En general. Literatura incluida. 

 

Sin embargo, veo que estamos rompiendo barreras y los canarios se dan a conocer fuera, que es el gran objetivo, supongo: poner las Islas en el mapa. Y a Alexis Ravelo, sobre todo, me refiero. Mucho trabajo duro y silencioso durante años y ha llegado ahí, a ponernos en el mapa. Es para sentirse muy orgullosos. 

 

¿Es internet el futuro de la distribución literaria? 

 

Parece que sí. Es el futuro en todo, creo. Aunque espero que haya una manera de combinar eso con las librerías de toda la vida. 

 

Pasemos al test de microrrelatos a modo de respuestas: ¿un referente de la creación literaria?

 

Ag. Odio quedarme con una sola cosa. La brevedad no me da para tanto. Y cambio constantemente… ¿Chejov? ¿Jane Austen? ¿Stevenson? ¿Spark? ¿Dickens?

 

Un libro que debe estar en toda estantería que se precie.

 

Uf ¿El amor en los tiempos del cólera? ¿Canción de Navidad? ¿Jane Eyre?

 

Un escritor internacional.  

 

Hoy, Fatou Diome. O Mia Couto.  

 

Uno nacional. 

 

Odio los test de este tipo. Alexis Ravelo. 

 

Uno de las islas. 

 

Alexis Ravelo ;)

 

¿Papel o digital? 

 

 Papel.

 

¿Qué es la inspiración? 

 

 Algo que necesita tiempo, espacio y alimento. 

 

¿Banda sonora para trabajar? 

 

Depende. Hoy, Massive Attack. 

 

Para celebrar el fin de una novela…. 

 

No sé todavía ¿Un viaje? 

 

¿En qué andas metido ahora mismo? 

 

Recuperar el pulso del blog. Escribir artículos y entradas de blog. Planificar viajes. 

 

¿Plan a largo plazo? 

 

Un patio con un mango bien grande y frondoso bajo el que escribir y leer. 

 

¿Cómo sería un microrelato que resumiese esta entrevista?

 

La brevedad le iba bien para la ficción escrita. Quizás así, con pocas palabras muy escogidas, compensaba la incontinencia de su lengua y su legendaria indecisión. 

 

Te dejo ya tranquila… ¿Algo que desees añadir? (Y no, no vale decir que por qué no te he preguntado por Viggo Mortensen).

 

¿Por qué no me has preguntado por Viggo Mortensen?

 

 ¡Muchísimas gracias y suerte en la andadura!

 

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Reverberaciones impresas de síndromes en relato corto - Ángeles Jurado // CanariasCreativa.com

 

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