Este año la actividad se desarrollará en la Cueva de los Verdes, la montaña de Tinamala, la casa de la cultura Agustín de la Hoz, en altamar, en Bodegas Rubicón, Lanzarote Art Center, bibliotecas, el Teatro de Tias, centros cívicos… Además, contarán por primera vez en una playa (la del Curita, en Playa Honda) y en la Cueva de los Verdes (será el primer espectáculo de narración oral que acoja este Centro de Arte Cultura y Turismo). También son muy reseñables los espectáculos El percusionista y los bebecuentos, fundamentales para la estimulación sensorial de los más peques con historias cortas, sonoras y visuales cuyas plazas disponibles ya están agotadas.
Uno de los logros del festival es haber consolidado un publico adulto, plural y diverso. El arte de la palabra es ancestral, surgió en los primeros estadios de la convivencia y comunicación humana. Es precisamente la capacidad de narrar y fabular lo que nos diferencia del resto de las criaturas del planeta. A través de la narración intentamos explicarnos el mundo y los porqués de nuestra existencia.
El evento cuenta con descuentos en el Hotel Miramar (Arrecife, vistas a la bahía) para todos los espectadores que se alojen allí.
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Palabras al vuelo» ha conseguido dignificar el oficio de la narración oral y es también el único evento en la isla que difunde el arte de la ilustración, que es otra forma de narrar historias, con imágenes. Lo hace invitando cada año a primeras figuras de alcance internacional a quienes se le pide que desarrollen la imagen del festival y mantengan un encuentro con la cantera creativa insular, en la Escuela Pancho Lasso.
La programación cuenta con 38 espectáculos en 3 idiomas: castellano, francés y árabe.
El festival tiene una programación paralela, para personas que no suelen tener acceso a actividades culturales o que atraviesan una situación desfavorecida. Habrá sesiones concertadas con institutos, el centro penitenciario de Tahiche, la residencia de mayores del Hospital Insular, la planta infantil del Hospital José Molina Orosa y los centros de menores de inmigrantes árabes.
Como es habitual, también abren un espacio para la formación. Han programado 3 talleres: uno dirigido a ilustradores profesionales y amateurs, otro para docentes que quieran aprovechar la narración oral como herramienta en el aula y otro donde el arte africano nos ayudará a trabajar la agilidad mental, la espontaneidad y la inteligencia emocional.